Spyder 718: La evolución de un icono

Con motor central y de diseño ligero y moderno, este mítico deportivo expresa con maestría tras los legendarios Porsche Spyder que evolucionaron hasta convertirse en los bólidos de carreras 550 y 718. Fueron diseñados para el circuito, y acumulan fabulosos éxitos desde 1953 hasta mediados de la década de los 60.
Estos veloces y ágiles deportivos han sido pilotados tanto por conductores oficiales Porsche como los de equipos privados, como por ejemplo Wolfgang Graf Berghe von, Hans Herrmann, Graham Hill, Ricardo Rodríguez, y Joakim Bonnier, quienes, junto a otros muchos, han logrado más de mil victorias, muchos de ellos contra competidores de altísimo nivel, a pesar de sus motores bóxer de cuatro cilindros, (relativamente pequeños).
La historia de los Spyder 718 y la 550 Spyder es una historia que se ha ido desarrollando paso a paso, algo típico en la evolución de Porsche. En cuanto se lanzó el primer coche de pura raza de Zuffenhausen, el modelo 550, construido a partir de 1953 (del que se fabricaron 89 coches), puso en marcha una avanzada serie de coches de carreras con motores centrales, los cuales acabaron convirtiéndose en iconos de la historia del automóvil. Al Porsche 550 le siguió el 550 A en 1956, que destacaba por su tracción de alto rendimiento. El piloto italiano Umberto Maglioli condujo un 550 A a una sensacional victoria en el Targa Florio de 1956, el gran premio más disputado de su tiempo.
Y los éxitos se fueron sumando: En el 1957, con el 718 RSK, seguido de otra victoria en 1960. Y en octubre del mismo año llegó por fin el 718 RS 61 Spyder. Había evolucionado técnicamente de forma visible frente a sus predecesores, y no tardó en demostrar su valía, con victorias en 1961, 1962 y 1964. Por supuesto, su trayectoria ascendente no dejó de procurar podios a los modelos más evolucionados de Porsche, que bebían de los éxitos de sus predecesores, pero eso ya, es otra historia.